Feliz cumpleaños

Feliz cumpleaños!

 

- Claire, levántate ya es el día! – gritó mi hermana menor saltando sobre mi cama para despertarme. Y cuando abrí los ojos me saludó - ¡Feliz cumpleaños!

 

La puerta se abrió de par en par y entró toda mi familia, mi hermanito, Ben, que apenas daba sus primeros pasos corrió a mi cama, sonriente como siempre. Lo cogí en brazos y lo alcé sobre la cama. Tras él llego mi madre con una bandeja y el desayuno, con ella mi padre y atrás mi hermano mayor. Todos ellos estaban ahí. Como agradecía eso.

 

Sentí mi celular vibrar sobre mi mesita de luz y lo miré ya tenía almacenados tres mensajes. Luego los miraría, ahora quería disfrutar del tiempo con mi familia.

 

- ¡Feliz cumpleaños!  - gritaron al unísono y me cantaron el feliz cumpleaños, simulando que un alfajor de chocolate era mi torta. Sabía que la torta estaba escondida en la heladera, pero esa era para la fiesta. Me saludaron uno por uno y me dieron sus regalos.

 

Mis padres con mi hermanito me habían comprado unos libros. Sabían lo mucho que me gustaban y por eso habían elegido ese regalo, perfecto para mi. Mi hermano, Luke, también había pensado en mi afán por la lectura y la escritura y por eso me había obsequiado un cuaderno con la tapa de terciopelo con muchas lapiceras de colores. Y mi hermana menor, suponiendo por lo que era su regalo había gastado todos sus ahorros en comprarme un cd de música de mi banda favorita, los Jonas Brothers, era el último que habían sacado y no había podido conseguirlo.

 

- Gracias – sonreí a cada uno de ellos porque además de sus regalos me habían honrado con su presencia.

 

Dentro de esa habitación se encontraba todo lo que yo más quería, los seres que me había visto crecer, que había compartido la vida conmigo, en todo momento. Eran los seres por los que agradecía vivir. Solo faltaba uno, solo me hacía falta uno más, quería que él estuviera aquí, pero sabía que eso no pasaría, se había ido lejos y no regresaría hasta quien sabe cuando.

 

Pase la mañana con mi familia en mi habitación desayunando, cada medía hora recibía llamados de saludos, gente que yo también apreciaba, gente a la que también quería, gente que se acordaba de mi, pero todavía no llegaba el llamado que yo quería.

 

Cuando ya me había resignado a esperar su llamado decidí irme a dormir, era de noche y todavía esperaba a su saludo, era el único que ansiaba escuchar. Cuando había cerrado los ojos y dejado ir mi mente hacía un mundo de sueños, sentí sus labios en mi mejilla.

 

- ¡Feliz cumpleaños! – era él que me saludaba por mi cumpleaños, pero no sabía si era real, no distinguía entre en sueño y la realidad, como sabía si él se encontraba en mi habitación cuando tendría que estar en otro país. Como sabía si eso no era producto de mi imaginación, podría haber deseado tanto que él llegara o me llamara que lo había soñado.

- Estoy soñando – me dije a mi misma para no hacerme ilusiones, sabía que eso no pasaría, él estaba lejos.

- No es un sueño, es real, estoy acá – abrí los ojos y lo observé, era él con su cabello negro azabache, sus ojos celestes claros hermosos como los recordaba, sus mejillas rosas como siempre y su sonrisa inigualable. Su rostro me miraba como el mío al suyo, ahora sabía que era él, lo tenía enfrente de mí y no sabía como reaccionar.

- Te amo – le dije antes de atraerlo sobre mi para besarlo con dulzura y pasión.

- Yo también mi princesita, feliz cumpleaños – me saludo por segunda vez en el día y yo le respondí con un beso como había soñado tantas noches atrás, que al final mi sueño se había hecho realidad, terminar mi cumpleaños en brazos de Thom, mi novio que regresaba solo para pasar conmigo un día tan especial.