Apuesta de amor

Apuesta de amor

Cuando el amor es lo que te retiene no puedes luchar contra una apuesta.
“Movía la palanca de arriba a abajo en intervalos de cinco minutos. Yo lo miraba y no da crédito a lo que mis ojos veían. Parecía que estaba atrapado en esa silla y que nadie podría despegarlo de su lugar.
Las monedas, que quedaban en su mano, eran devoradas por la máquina. Seguía jugando sin descanso. Entraban muchas y salían unas pocas, no iba a terminar más…”